lunes, 18 de abril de 2016

EL RINCÓN DE VIRGINIA CARRERA. VIDEOJUEGOS, MOVIL Y TELEVISIÓN




VIDEOJUEGOS, MÓVIL Y  TELEVISIÓN EN LOS NIÑOS/AS

¿Se pasan nuestros hijos/as mucho tiempo delante de la televisión y/o videojuegos?
Estamos ante una época en la que los niños “nacen sabiendo” de tecnología, ya desde muy pequeños manejan tablets y móviles con mucha soltura, siendo una prolongación de ellos y convirtiéndose en algo indispensable de lo que, en la mayoría de los casos, no saben separarse.

Pues bien, aprovechemos esta situación a nuestro favor. Consiste en utilizarlos como “recompensa”, pero no material, no me refiero a comprarle algo que no tiene o un “cacharrito” mejor, sino al TIEMPO de uso. Se trata de regular los minutos de uso en función de la realización de sus tareas (tanto escolares como en casa). Y siempre después de que lleven a cabo la conducta (hacer lo que se le ha pedido), nunca antes para no caer en el posible “engaño”.

¿Cómo llevarlo a cabo? Se establece la norma causa-consecuencia, es decir, explicamos que a cambio de realizar determinada tarea, “gana” unos minutos de Tablet, videojuego…  Tenemos que tener claro varias cosas para que esto sea efectivo:

-          Ser firme y constante. En caso contrario, verán que no somos capaces de llevarlo a cabo e intentarán resistirse.

-          Tener claras las tareas y la recompensa de cada una.  En función de la edad se realizarán más o menos tareas. Es bueno ponerlo por escrito donde todos puedan verlo y recordarlo.

-          Ser realista. No podemos pedir que si estudia 5 horas jugará 10 minutos.

-          Premiar los acercamientos a la tarea. Debemos valorar si hace un esfuerzo aunque no acabe la tarea exactamente como nos gustaría. Si somos capaces de ver este punto, será más fácil motivarlos para que continúen.

Tened claro que no es ser mal padre/madre no darles lo que quieren cuando quieren. Debemos enseñarles a tolerar cuando se le dice que no. Es difícil, pero es la única manera de enseñarles a ser felices.


Virginia Carrera
 Psicopedagoga

viernes, 15 de abril de 2016

El rincón de Virginia Carrera. Para que el niño duerma en su habitación y se duerma solito



PAUTAS PARA DORMIR

Hay que tener una rutina que prepare al niño para el sueño:


  • Dormir siempre en el mismo sitio, a la misma hora y después de una actividad tranquila.
  • Avisarle que es la hora de dormir, llevarlo al baño, elegir las cosas con las que duerme (chupete, peluche…)…
Una vez preparado, llega el momento más temido, se realizarían las siguientes fases:

  • Acostar al niño en la cama (sería aconsejable leerle un cuento).
  • Despedirse diciéndole una frase que elegimos como clave: “Papá y mamá te están enseñando a dormir como los niños grandes. Buenas noches, que duermas bien”.
  • SALIR DE LA HABITACIÓN PASE LO QUE PASE.
  • Si llora o tira los objetos, volvemos a entrar dejando un tiempo. Entrará cada noche uno de los padres o la persona que se encargue de cuidarlo ese día. SÓLO ESA PERSONA DURANTE ESA NOCHE. Volvemos a entrar, recogemos lo que ha tirado y con tranquilidad se le repite: “Papá y mamá te están enseñando a dormir como los niños grandes. Buenas noches, que duermas bien”.
  • Dejar pasar un tiempo: el primer día: 1 min hasta volver a entrar, repetir la frase. Salimos, volver a los 3 min si sigue llorando, repetir la frase; salimos y volver a los 5 min, repetir la frase. Así sucesivamente cada 5 minutos mientras la intensidad del llanto sea fuerte, el primer día.
                         2º día: 3 minutos – 5 minutos – 7 minutos
                         3º día: 5 min – 7 min – 9 min
                         4º día: 7 – 9 – 11
                         5º día: 9 – 11 – 13
                         6º día y en adelante: 11 – 13 – 15


IMPORTANTE: debéis estar convencidos de que es lo mejor y llevarlo a cabo. 

RESPETAD los tiempos para volver a entrar, si entráis antes sabrá que si protesta mucho estaréis ahí. Una vez comenzado no se debe abandonar este proceso, sino será contraproducente.

Para finalizar, si no duerme con ningún muñeco, se puede presentar uno para que lo acompañe por la noche y se sienta menos angustiado. Se le enseña el peluche y se le dice: “A partir de ahora (nombre del muñeco) dormirá contigo cuando mamá/papá no esté, cuando lo veas contigo, es como si mamá/papá estuviera aquí.”






Todo el proceso que he descrito debe realizarse con mucha paciencia, no chillarle al niño a la hora de dormir, si estáis convencidos, llevadlo a cabo pase lo que pase, sino mejor no empecéis.




                                                                     Virginia Carrera. Psicopedagoga
                                                                       







miércoles, 13 de abril de 2016

DE TODO UN POCO


   


Una página con cuentos, programas de televisión, juegos y animaciones.

Para entretenerse un buen rato.






                                       




                                               QUÉ VERÉ HOY 



viernes, 8 de abril de 2016

Es muy importante fomentar la autoestima de nuestros hijos


Lo mismo que los adultos, los niños y niñas necesitan confiar en sí mismos, en lo que saben hacer, en su potencial para desarrollar una actitud positiva frente a la vida y hacer frente a los obstáculos que se encuentren en su camino hacia la libertad y la autonomía.

Por experiencia propia puedo decir que los niños y niñas con baja autoestima son poco autónomos, poco atrevidos, con poca o nula iniciativa, nada interesados por la creación de nuevas experiencias, miedosos, retraídos, poco sociables...
                          

Fomentar su autoestima me ha llevado a interesarme por el tema de forma más profunda y por ello quiero enumerar algunas de las pautas más interesantes que he seguido para ayudar a estos peques:
  • Corregir sus "errores" con paciencia y dedicación, con mucho cariño, sin gritos ni aspavientos.
  • No utilizar palabras de desaprobación como torpe, tonto, bobo, malo. Es preferible que tampoco se usen términos como listo, bueno... Hay otras formas de decir las cosas sin etiquetar como: no hay que pegar a nadie, debemos recoger los juguetes, has dibujado muy bien, me encanta tu dibujo... En definitiva: no debemos juzgar al niño o niña sino a su comportamiento.
  • Evitar hacer comparaciones con otros niños o niñas o adultos. No hay base para las comparaciones porque todos somos diferentes.
  • Valorar su trabajo, su esfuerzo, no el resultado. El resultado a veces no es proporcional al esfuerzo, por eso valorar el esfuerzo y la constancia es lo más adecuado. Todos estamos aprendiendo constantemente.
  • Darle autonomía para que haga las cosas que es capaz de hacer. Por ejemplo: vestirse sólo, lavarse los dientes, ayudar a poner o quitar la mesa, llevar la ropa al cesto, recoger la habitación y los juguetes... Estas pequeñas acciones promueven la responsabilidad tan necesaria en todos los aspectos de la vida.
  • Poner límites. La importancia de saber en qué terreno nos movemos es fundamental para todo ser humano. Un niño o niña debe saber qué se espera de él, qué está bien y qué está mal y si se rebasan estas normas siempre deben saber que habrá consecuencias. La puerta de las consecuencias deberá estar cerrada, es decir, cuando un peque pasa una norma, a priori no debe saber cuál será la consecuencia, ésta debe ajustarse en el momento de la acción. Por ejemplo no es conveniente decir: si no recoges los juguetes no te doy chocolate, a lo mejor ese día el peque puede pensar que es mejor quedarse sin chocolate que recoger los juguetes. Sin embargo si le decimos... si no recoges los juguetes tendremos que pensar algo, esto nos da opción para ajustar ese día y en ese momento lo que mejor nos convenga a nosotros o al niño-a.
  • No sobreprotegerles. Los peques con sobreprotección son indecisos, miedosos y no se atreven a tomar decisiones sin el apoyo de un adulto. Los niños y niñas deben explorar, sin peligro, pero explorar el mundo que les rodea. No pasemos nuestros miedos a nuestros chavales porque no avanzarán en su desarrollo.
  • Darle su espacio y su tiempo. Los niños-as necesitan que les hagamos caso cuando nos cuentan cosas de casa o del cole o del parque o del patio. Para ellos y ellas es importante lo que nos van a decir. Un adulto que constantemente pasea o está sentado en un banco del patio o del parque viendo el móvil en vez de animar o hablar con el niño-a le está restando importancia a la acción de comunicarse y expresar sus necesidades y emociones. 

   Resultado de imagen de imagenes de autoestima positiva

Espero que estas pautas sean útiles.


Mensajes positivos


En relación con la entrada de refuerzos de la conducta, que nos preparó Virginia Carrera, aquí os dejo una buena lista de mensajes donde hallaréis un buen repertorio.





   

El rincón de Virginia Carrera. Los refuerzos de las conductas



REFUERZO

En la entrada anterior os hablé del castigo, que como habréis observado y experimentado, no siempre es lo más eficaz. 

La alternativa, y mejor opción es el REFUERZO positivo, ¿qué quiere decir eso?
Si el castigo es introducir una consecuencia desagradable a causa de un mal comportamiento, mala acción, etc; el REFUERZO positivo consiste en INTRODUCIR una consecuencia AGRADABLE (podríamos hablar de recompensa, para que lo entendáis, pero no es exactamente tal). Quieredecir, que el niño/a obtendrá una consecuencia que a él/ella le gusta, cuando realice una acción positiva (no tiene por qué ser material, de ahí que no os quiera hablar de recompensa, ya que es lo que todos tenemos en mente).

Situación: mi hijo/a todos los días coge la videoconsola/el móvil / sale a jugar... si no hace los deberes NO SALE A LA CALLE (CASTIGO). Es algo que hace todos los días (incluso cuando a veces no hace los deberes) y se lo quitamos.

Reformulemos la cuestión: CUANDO hagas los deberes (conducta que queremos) entonces, y sólo entonces JUGARÁS a la videoconsola / móvil /etc. EN TÉRMINOS POSITIVOS. (En caso de no hacer los deberes, el tiempo va pasando y por tanto, la consecuencia positiva no la obtendrá) Como véis, no le estamos quitando nada, sino que simplemente no lo está consiguiendo.
Conducta positiva --- consecuencia positiva (si obtengo consecuencias positivas, repetiré la conducta).
¿Donde está el problema? En que hasta ahora, seguramente, se les aplica los castigos, en vez del refuerzo, por tanto, si decidimos cambiar, las primeras semanas, en función de la perseverancia, paciencia de los padres, y la personalidad y capacidad de aceptar las nuevas normas por parte de los niños/as, tardaremos más o menos, o nos será más o menos difícil.
Es algo que, si estamos convencidos y tenemos muy claro cómo se hace, podemos aplicar; en caso de no saber muy bien cómo, lo mejor es guía profesional ya que sino será un fracaso. Os aseguro que FUNCIONA. He actuado en bastantes casos y con unas pautas a los papás/mamás, su firmeza e implicación (por parte de todos los que conviven con el niño/a) da RESULTADO.

No hay una varita mágica, si alguien quiere más información, o una pequeña "ayuda", estaré encantada de asesoraros. Aunque lo mejor es "guiaros" conociendo en persona vuestro caso, ya que siempre será más "sencillo" de esta forma.

domingo, 3 de abril de 2016

Aprender a atar los cordones





Siempre es conveniente saber hacerlo. En el blog de Ed. Infantil de 4 años tenéis una entrada que os puede ayudar. 



                                                                                                                        http://elpaisdelassorpresas4.blogspot.com.es/ 





viernes, 1 de abril de 2016

El rincón de Virginia Carrera. Castigos






CASTIGOS
   Los castigos no son la forma más eficaz de evitar que nuestro hijo/a deje de hacer algo que no queremos o haga algo que no hace.Sólo se deben aplicar en ocasiones puntuales, siempre que por lo que se le castiga sea algo de importancia. 
   No castigar por: una simple rabieta, dejar de hacer algo, un insulto, pequeña falta… en estos casos lo mejor es dejar de atender al niño/a y una vez que deja la rabieta, deja de insultar… le explicamos que nos gusta más cuando no hace eso y cuáles son nuestros sentimientos cuando lo hace “mal”. (Esto cuando ya tiene la edad suficiente para entendernos y ponerse en nuestro lugar, a partir de 7 – 8 años, depende de la madurez del niño/a).

   Si aun así consideramos necesario el castigo:

1.- El castigo debe ser aplicado lo antes posible. (No hace los deberes hoy y lo castigamos con no ir al cumpleaños de dentro de dos semanas; no nos hace caso en algo que le decimos y lo castigamos para otro día, etc.: no es efectivo porque se nos olvidará, no lo cumpliremos y por tanto nuestro hijo/a aprende que se puede salir con la suya).

2.- Debemos tener cuidado, si lo castigamos, HAY QUE CUMPLIRLO; por ello:

3.- NO debe ser EXCESIVO, debe estar en función de la gravedad de la acción (vas a estar todo el mes sin jugar a… Al final nos dará pena, o dejamos que juegue para que nos deje tranquilo, o lo levantamos por cualquier otro motivo; por lo tanto terminaremos sin cumplirlo; de nuevo, nuestro hijo aprenderá que se puede salir con la suya).


4.- Un niño al que constantemente se le está castigando, se acostumbra. Y seguramente, muy pocas veces se termina aplicando. Por lo tanto: el castigo pierde eficacia.


                                                                                                       Virginia Carrera
                                                                                                       Psicopedagoga

Las regletas de Cuisenaire



Georges Cuisenaire, profesor de primaria belga inventó este juego de manipulación matemática para usarlo en las escuelas. En su libro "Los números de colores" nos explica su forma de uso para realizar operaciones mate-máticas que van desde la asociación del número y la cantidad a solucionar varios tipos de ecuaciones alge-braicas.



En infantil el uso de las Regletas de Cuisenaire es muy divertido y se puede empezar a utilizar desde los 3 años. Cada regleta con su color característico está asociada a un número, por eso es importante tener siempre presente el cartel de la imagen en un sitio destacado.



¿Para qué usamos estas regletas?  
Las Regletas Cuisenaire sirven para:


  • Asociar la longitud con el color (igual color igual longitud).
  • Establecer equivalencias: cada regleta representa un número y cada número corresponde a una regleta.
  • Relación entre números: como base el 1, cada número es igual al anterior +1.
  • Comprobación: relación de inclusión en la serie numérica (en cada número están incluidos los anteriores).
  • Relaciones “mayor que”, “menor que” e “igual” a partir de la comparación de longitud.
  • Composición/ descomposición de números.
  • Agrupación.
  • Realizar sumas básicas de forma manipulativa.


¿Cómo se utilizan?

El proceso lógico de su uso es:


  • Jugar de forma libre construyendo diferentes objetos como casas, animales, coches...
  • Jugar construyendo modelos ya dados en carteles.
  • Reconocer su tamaño y asociarlo con su número.
  • Realizar comparaciones de tamaño y así comparar los números que representan.
  • Ordenar las regletas por tamaño, en sentido ascendente o descendente.
  • Realizar seriaciones, de más sencillas a más complicadas, y luego transcribir a papel (esto último con los más mayores).
  • Realizar equivalencias entre los diferentes números examinando las diferentes posibilidades de composición o descomposición de un número (una regleta del 3 se puede formar con una del 2 y una del 1 ó a tres del 1).
  • Iniciación a la suma. (vídeo)